Atalaya The Curse conquista el “Ciencia en la Calle”
No todos los comienzos son humildes. Algunos empiezan con cuatro visores de realidad virtual, una cola sin fin y un montón de gente gritando “¡quiero probarlo!”.
Así empezó la historia de Atalaya: The Curse, aunque por aquel entonces lo llamábamos Proyecto: Penumbra.

Fue durante el evento Ciencia en la Calle 2024, organizado en Ciudad Real, una jornada donde el IES Maestre de Calatrava mostró proyectos tecnológicos y científicos desarrollados por sus alumnos. Nosotros éramos uno de esos equipos.
Pero lo nuestro no era un experimento de laboratorio. Era una inmersión directa en el terror.
Montamos nuestro pequeño rincón con cuatro visores VR funcionando a la vez, cada uno con una demo de 10 minutos ambientada en el viejo psiquiátrico de la Atalaya, el legendario edificio que da nombre al juego.
La idea era sencilla: mostrar cómo la tecnología también puede contar historias, provocar emociones… y dar un susto de muerte.
El resultado: una de las mayores colas de todo el evento.
Cientos de personas pasaron por nuestra zona, desde estudiantes curiosos hasta profesores, familias, y sí… hasta el propio alcalde de Ciudad Real, que se puso el visor y jugó Atalaya: The Curse.

Esa mezcla de nervios, risas, y gritos entre sustos fue el combustible que más tarde encendería la chispa de lo que hoy es Squirrel Punk.
Aquel día entendimos que no basta con crear un juego: hay que hacerlo vivir, sentir y recordar.
Lo que empezó como “Penumbra”…
Por aquel entonces, Atalaya: The Curse aún no tenía su nombre definitivo, pero ya tenía algo más importante: alma.
La atmósfera, el diseño de sonido y la tensión emocional hicieron que la gente saliera del visor con la misma cara que si hubiera salido de una montaña rusa.
Ese fue nuestro primer “wow” colectivo. Y cuando ves a decenas de personas reaccionar así a algo que has creado… sabes que no hay marcha atrás.
De las aulas al estudio
Esa experiencia en el Maestre de Calatrava fue el punto de inflexión.
De ahí nacería más tarde Squirrel Punk, el estudio que llevaría el espíritu de Atalaya: The Curse a otro nivel: profesional, provocador y con el sello emocional que hoy define todo lo que hacemos.
Aquel día en Ciencia en la Calle aprendimos algo que no se enseña en ningún manual:
Cuando un videojuego logra detener a la gente en mitad de la calle, ya no es solo un proyecto. Es una experiencia.
Sobre Atalaya: The Curse
Atalaya: The Curse es un proyecto de terror psicológico en realidad virtual ambientado en el antiguo psiquiátrico de Ciudad Real.
Un juego donde la historia, la tensión y el silencio son tan importantes como el miedo.
Nació en las aulas del IES Maestre de Calatrava y hoy sigue creciendo bajo el sello de Squirrel Punk, manteniendo viva su esencia: provocar, emocionar y dejar huella.

